¿Cuál es el destino de todo esto?

¿Cuál es el destino de todo esto?

 A veces me detengo en medio del ruido, entre las tareas y los planes, y me pregunto: ¿para qué? ¿Cuál es el propósito de todo esto? ¿Por qué corremos tanto, estudiamos, soñamos, sufrimos, nos emocionamos, caemos y volvemos a levantarnos? ¿Realmente hay un sentido detrás de todo, o simplemente estamos avanzando a ciegas, esperando que algún día todo tenga sentido?

En clase nos enseñan fórmulas, fechas y autores y constantemente nos incitan a pensar en la universidad, en el futuro, en lo que queremos ser. Pero a veces me cuesta imaginar el futuro si ni siquiera comprendo del todo el presente porque no sé exactamente quién soy o por qué me siento como me siento y me encuentro cuestionándome: ¿y si nada de esto tiene sentido? ¿Y si todo lo que hacemos es solo una forma de llenar el tiempo mientras esperamos algo?¿Y que es lo que esperamos? Quizás no hay una respuesta clara o quizás el destino no es algo que se revela de repente, sino algo que se construye en cada paso, en cada decisión, incluso en cada error. Tal vez se trata más de vivir que de entender y de aceptar que hay días en los que todo tiene sentido y otros en los que no y que ambos son igualmente válidos. Empiezo a creer que vivir con preguntas también es vivir. Que el destino no es un punto fijo, sino un viaje en constante evolución.