¿Crees en ti?

Muchas veces me preguntado a mi misma si realmente creo en mi. No siempre tengo una respuesta clara ya que unos días siento que puedo con todo y otros en los que es todo lo contrario e incluso dudo de las cosas que hago bien. Creo que al igual que yo muchas mas personas viven con la oscilación entre el miedo de no ser suficiente y el impulso de avanzar.

 Creer en uno mismo no es algo que venga de la nada y mucho menos algo fácil ya que no es automático, hay que construirlo aunque muchas veces se construya a base de dolor. A partir de no haberse sentido escuchado, haber sido subestimado, no sentirse encajado o no ser lo suficiente bueno como esperas. Es ahí donde empieza todo: cuando algo duele, cuando algo no está bien, cuando sientes que no tienes lugar... y entonces te terminas preguntas si el problema eres tu o el mundo en el que vives

Creer en uno mismo significa resistirse a aceptar que las cosas deben quedarse como estan Si yo creo en mí y en que mis ideas y mis emociones importan, entonces también creo que tengo derecho a cuestionar lo que no me gusta del mundo. A imaginar otra forma de vivir, de organizarnos y de tratarnos.

En un mundo en el que a menudo nos enseñan a quedarnos en silencio, a no incomodar y a no “hacernos notar”, creer en uno mismo se convierte en un acto de rebeldía. Es como decir: “yo también tengo algo valioso que ofrecer”. No se trata de pensar que somos mejores que los demás, sino de no sentirnos inferiores. 

¿Creo en mí? Estoy en ese camino. A veces lo logro, otras veces no tanto. Pero cada vez que hago el esfuerzo, cada vez que ignoro esa voz que me dice “no puedes”, estoy construyendo un poco más de confianza en mí mismo. Y eso, creo, es fundamental para crear una sociedad más justa, una en la que todos podamos creer en nosotros mismos y apoyarnos mutuamente para no olvidarlo.