El otro día me leí La metamorfosis de Kafka, y la verdad, no me lo esperaba, pero terminé llorando. No solo porque el protagonista se convierta en un insecto, sino por todo lo que eso implica. Me tocó el corazón más de lo que imaginaba.
Gregor Samsa sufre un cambio físico pero lo que realmente duele es ver cómo su familia, esas personas incluso su propia madre que supuestamente lo aman, comienzan a tratarlo como si ya no valiera nada solo porque ya no puede contribuir, trabajar o encajar. Se convierte en una carga y eso fue lo que realmente me rompió. Sentí una profunda tristeza por él porque en el fondo creo que todos en algún momento nos hemos sentido así: incomprendidos, aislados, como si no tuviéramos un lugar en el mundo. Es desgarrador pensar que incluso en tu propia casa puedes sentirte así si cambias si dejas de cumplir con lo que se espera de ti. Leer este libro me hizo reflexionar sobre lo fácil que es juzgar a alguien sin conocer su historia, y lo poco que valoramos a las personas por lo que son en lugar de por lo que hacen. Gregor dio todo por su familia, y cuando más necesitó amor, lo dejaron de lado. Me sento mal porque me dolió la injusticia, porque me hizo pensar en cuántas personas hay en el mundo que se sienten solas, rechazadas o inútiles, cuando en realidad solo necesitan un poco de comprensión Y también me dolió porque vi reflejadas mis propias experiencias en algunas partes.
Este libro no es solo extraño o simbólico es profundamente humano. Y por eso, aunque fue difícil de leer, me alegra haberlo hecho, me hizo sentir y reflexionar y eso es lo que creo que una buena historia debería lograr y pienso que mucha gente deberia de leer el libro y reflexionar.
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